El Camino de la sanación

 El dolor emocional o físico, las crisis de la vida, nos hacen buscar ayuda, acercarnos a diferentes tipos de herramientas terapéuticas que nos ayuden a sanar. Pero, ¿cómo se logra sanar? ¿Hay terapias mágicas que en una sesión nos den la respuesta? ¿Existen personas que tengan la capacidad de curarnos?

Sanar, una visión personal

En realidad, cada proceso es único, no todas las personas se benefician de los mismos métodos ni todos los terapeutas podemos ayudar siempre.

Sanar es un camino, que puede tener apoyo exterior, pero que es interior, y la clave más importante que he descubierto a través de mi propia experiencia, es esta 👇🏻

  • A una postura mental producida por una creencia
  • A tus heridas de infancia
  • A las ventajas de ser víctima/agresor/agresora
  • A la rabia, la tristeza, la frustración, la culpa
  • Al deseo de que la otra persona cambie
  • A tener la razón

El proceso de la sanación implica el movimiento de dejar algo atrás, dar el paso hacia adelante para encontrar algo nuevo, es una sucesión de pasos.  Significa que el pasado no define quien soy, ni mis heridas ni mis errores o los de los demás; estos son sólo etapas del camino de la vida, del camino de la conciencia, que nos pone retos todos los días para ayudar a convertirnos en mejores seres humanos si logramos ver el aprendizaje detrás de los sucesos difíciles de la vida.

Las historias personales y familiares están llenas de sucesos dolorosos, que llevan nuestra mirada hacia allí, muchas veces de manera inconsciente; son «campos de dolor» que necesitamos atravesar.

Sesión grupal de Constelaciones Familiares

Pasos que ayudan a sanar

🧩 Estar dispuesto a mirar a las circunstancias difíciles

🧩Liberarse de juicios

🧩Buscar la comprensión que surge de la compasión

🧩Asumir la parte que nos corresponde

🧩Buscar la forma de iniciar el movimiento interior que pueda hacernos mirar al presente

El proceso terapéutico sin importar cual sea, no puede empezar con expectativas porque estas se convierten en obstáculos para el movimiento. El ego, la personalidad quiere evitar a toda costa el sufrimiento, y a veces pareciera que es la misma terapia la que pone una “venda” que no nos deja ver lo real, lo profundo, lo que no queremos ver. La misión del terapeuta es acompañar, catalizar el proceso, ayudar a pasar por los “campos de dolor” y fortalecer el Ser, para que la persona pueda afrontar los retos que el alma tenga destinados; es ayudar a pasar de un lugar de menos conciencia a uno de más conciencia, es motivar el movimiento.

Sanar es buscar las respuestas al interior, el origen al interior, para que el movimiento pueda ser real, profundo, consciente, desde el único lugar donde podemos cortar los hilos invisibles que manejan nuestro destino, y que están profundamente guardados en nuestro inconsciente personal y familiar.

No vamos a terapia para cambiar a nuestro padre, a nuestra madre, a nuestras parejas o personas que nos hayan hecho daño. Buscamos herramientas que nos ayuden a ver, escuchar, sentir y darnos cuenta qué necesitamos cambiar dentro para que afuera las circunstancias y las personas sean diferentes, para que nuestra Perspectiva cambie. 

En el proceso de acompañamiento desde el alma, cuando se permite esa conexión desde el corazón, cuando se renuncia a las condiciones que crearon el pasado, sucede la magia: terapeuta y paciente se mueven hacia adelante, y todos aprendemos algo, sanamos algo, incluso las personas que observan. 

Es entonces cuando el amor se pone en movimiento, y cada persona se convierte en su propio sanador.

Marcela Salazar

REFERENCIAS:

  1. Para sanar la vida, Jorge Carvajal.

Para sanar la vida

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